sábado, 15 de diciembre de 2007

TU AÑO EN MENOS DE 365 PALABRAS

He visto una propuesta en la red que me ha parecido interesante: contar en menos de 365 palabras todo lo que para ti ha supuesto el año 2007. Cualquiera que tenga un blog puede participar en este concurso publicando una entrada al respecto con el microrelato que resuma su particular año, aunque todavía no haya acabado. He aquí el mío.

A falta de poco para terminarse, el 2007 ha sido un año de vientos calmados. Con una sensibilización mayor por la preservación del planeta, los años se suceden en el calendario automáticamente y acelerados y ya no son tantos los acontecimientos contradictorios que modulan tus emociones, sino vivencias más calmadas, más maduras, quizás responsables, sin que en ningún caso se haya hecho caso omiso al buen sentido del humor y a las ganas de vivir en armonía. Murieron algunos personajes de trascendencia, se sucedieron catástrofes naturales, hubo crisis hipotecarias, mientras a mí no me sucedía nada de relevancia que no fuese seguir luchando por mis ideales como persona y seguir enriqueciéndome como tal, angustiado quizás con que a más de la mitad del planeta les faltase lo más mínimo para subsistir y con que las penas se sucediesen las unas tras las otras en los telediarios. Año de estabilidad después de las tormentas, con la ilusión y las ganas de no dormirse nunca y de exprimir el jugo de la vida suavemente, con maestría, de la cual uno aprende día a día y nunca lo aprende todo, con el sueño de que las cosas mejoren un poquito cada vez, sin brusquedades, proclamando el amor y las buenas intenciones mientras se consume el mechero de la vida y el 2008 ya nos llama a la puerta, parece que antes de lo que le correspondiera.





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"AUTORRETRATO", UNA FOTO QUE ME HA GUSTADO


No es mía. Aprovecho para decir que mi desconocimiento de los derechos de autor en internet es importante, pero dejo constancia de que aquí no se persigue ningún objetivo que no sea el lúdico, por si hubiera que explicárselo a un juez comprensivo que sepa escuchar.

LOS OTROS SEIS MIL MILLONES


Este maravilloso proyecto lo he encontrado en el blog de Rocío y creo que es tan interesante como pienso que lo debemos dar bombo porque parece que favorece la cohesión de la que Gubia decía llamarse admirador y que tan importante es para que todos creamos estar en el mismo barco del planeta.



EL CALENTAMIENTO GLOBAL MUY GRÁFICAMENTE


Ayer un compañero de trabajo me dio una charla pedante y pomposa para intentar convencerme de algo que no distaba mucho de lo que decía el primo de Rajoy. A palabras necias, oídos sordos. Me gustaría que me diera su opinión después de ver este vídeo que me ha enviado Cyllan, quien me dice que ahora tiene su blog aparcado y a quien aprovecho para saludar. Buen fin de semana a tod@s.


jueves, 13 de diciembre de 2007

ERRORES Y PELLAS EN LAS CORTES


Hace poco, con motivo de la aprobación de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, aluciné cuando leí que había sido llevada a trámite por los votos erróneos de algún diputado del PP y por alguna que otra ausencia en el Congreso por parte de este partido. Ahora ha tocado en el Senado, ayer, con motivo de la aprobación del Mandato-Marco del Ente Público RTVE, al que el PP lleva tiempo oponiéndose tajantemente. ¿Pero qué sustancia fuman estos senadores del PP para que uno de ellos se haya equivocado y haya votado a favor y otro, por error (?), se haya abstenido?. Algo no muy bueno debe ser. Estos dos incidentes han llevado a que la normativa en cuestión continúe su andadura por solo un voto de diferencia, 115 frente a 114, añadido todo por el hecho de que 20 senadores se han ido de pellas. La cara de algunos se debe haber quedado a cuadros. ¿Lo saben esto los votantes del PP, lo que hacen con sus votos?. No tiene nombre esto. ¿Es lo que fuman o el morro que le echan?. Pero no acaba ahí la historia. El día anterior hubo otra. Votaciones para una enmienda a la Ley de Medidas de Impulso a la Sociedad de la Información, que incluye la desaparición del canon digital en el plazo de un año. Vota el PP y se equivoca y vota a favor. Pero ¡bueno!, ¿qué os pasa?. Pues pasa que como siga así en las próximas votaciones el PP nos hará un favor a todos y el canon digital desparecerá (los únicos que lo quieren son los del PSOE, que se han quedado solos en esto). Lo más gracioso de todo es que viene la Portavoz de Cultura del PP en el Congreso y dice "ha sido un error, lo reconocemos", en vez de no decir nada y callarse. Luego, el Portavoz de Industria rectifica: "lo hemos hecho conscientemente, no nos hemos equivocado". No se aclaran, parece que les estén tomando el pelo los políticos a los votantes del PP, aunque el problema es que este tipo de acciones u omisiones no entienden de colores políticos. Pero lo más gracioso es al final que los mismos diputados del PP no saben ni lo que van a votar en las próximas votaciones en el asunto del canon digital, porque ahora ven que abogando por la desaparición del canon enganchan a un público joven al que desean ansiosamente. Paradojas de la política. Nosotros, abismo, no nos dejaremos engañar, al menos nos quejaremos, y cuando menos no fumaremos esas sustancias tan raras.

EMOCIONES TRAS UN MÓVIL


Hoy he tenido dos conversaciones telefónicas destacables, una con mi pareja, otra con mi madre, por este orden, cada una de ellas rondando la media hora. Han sido de esas conversaciones que te hacen pensar que por mucho que hables todos los días con alguien, no son tantos los asuntos importantes que se abordan, pero hay días en que esas conversaciones resumen muchas otras tenidas antes.







Primero, como digo, hablo con mi pareja. Me cuenta que hoy ha llamado al abogado para acelerar los trámites para que el inquilino, paquistaní, de un local comercial del que es propietario su familia lo abandone definitivamente por no haber sido correcto con los pagos, incluso debiendo ya unas mensualidades. El abogado le dice que lo mejor sería enviar un burofax al inquilino antes de iniciar la demanda, pero he aquí el problema. ¿Dónde enviárselo si se ha marchado del local, que lleva cerrado cuatro días?. Ahí empieza la labor investigadora de Manuela, la audaz Manuela que se dirige a otro negocio que el paquistaní regenta, una inmobiliaria, para comprobar que también está cerrado y leer en un cartel "Se traspasa". ¿Se habrá fugado el paquistaní?, es lo primero que piensa. No puede ser, es lo segundo. Se dirige, acto seguido, hacia un centro comercial donde un compatriota suyo regenta otro local. Su supuesto amigo le dice a Manuela: "No te creas nada de G., es bastante mentiroso y malqueda, ve a tal dirección, que allí G. regenta otro local, allí le puedes encontrar". ¿Otro local?, piensa Manuela. Después de colgar el teléfono, Manuela se dirigiría a ese otro local, pero ya no sé qué ha sucedido después. Antes de colgar, Manuela me ha dicho "estoy muy jodida", totalmente entendible después de que hace justamente tres años, el mismo 20 de diciembre en que Abismo, aquí presente, cumplía 32 años, su madre sufrió un infarto cerebral y desde entonces requería de la atención constante, 24 horas, por parte de sus dos hijas fundamentalmente y una o dos chicas, por temporadas, apoyando. Esto ha supuesto que como la madre vive en Peñíscola y sus hijas en Valencia y en Madrid, los viajes cada diez días por un tiempo de cuatro hayan sido la tónica habitual, siempre después de que la situación se haya podido normalizar porque al principio todo fue peor (tardaron tiempo en que contratasen a una chica para que les ayudase y encima eran novatas en los cuidados que la madre exigía). Pero además, después, su madre vuelve a enfermar. Una operación a vida muerte. Continúa en la UCI. Pero hoy hay novedades. El otro día el doctor les decía a la familia que no había ninguna esperanza. Ayer la enferma mostraba una mejoría (mi madre me hablaba luego de un fenómeno que desconocía llamado "mejoría de la muerte", y se me han puesto las espinas como escarpias, abismo no tiene pelos, tiene espinas). Hoy el doctor les da dos noticias. Como siempre, una buena y otra mala. A veces es mejor que te digan primero la mala. El doctor les da la buena: "es muy probable que se recupere". La mala: su estado de salud es tan delicado que la tónica habitual que tenéis de hospitales se acelerará y el hospital será su segundo hogar". "Estoy muy jodida", me ha dicho Manuela. Después hemos hablado del viaje que teníamos pensado para Marrakesch el último día del año. Si la madre continúa hospitalizada, menos mal que lo llegamos a prever y nos devolverían el dinero en su totalidad. Si no lo está, el viaje lo hacemos, aunque la estadística aconseja ser pesimista pues no sería el primer viaje que se nos cayese en el último momento por los mismos motivos. Así que a soñar. Espero que este año mi cumpleaños venga acompañado de un poquito más de la suerte a la que nos acostumbra últimamente.





La conversación con mi madre era sobre mi abuela, la abismal F., abismal porque a sus 88 años, después de haber estado encantada con que una encantadora chica ecuatoriana, N., le cuidase, después de haber decidido que esa chica se quedase a vivir con ella, después de haber "aceptado" que N. se trajese a su niña de nueve años de su país, ahora a mi abuela le entran celos y le hace la vida imposible a N. Mi madre es consciente de que mi abuela, por muy bien que ande de la cabeza, necesita de la atención de otra persona y entonces le ofrece la posibilidad, resignada porque N., como digo, es un encanto y mi abuela lo prefiere, de que se vaya a vivir con sus hijas, y eso a mi abuela no le hace gracia. Así que abuela, ¿cómo lo hacemos?. A veces creo que con la vejez nos volvemos infantiles, cabezotas y más egoístas. Tanto mi madre como yo nos hemos propuesto no perder la poca clase que tengamos al envejecer.






Estas son las conversaciones que he tenido hoy. Al descolgar el teléfono, he estado disfrutando con los cinco minutos de uno de los programas más ingeniosos que hay, de los pocos, en tv, "gomaspumenglish", que parece que lo hayan ideado los cracks de gomaespuma al sabor de alguna hierba genuina. Besos por doquier.

sábado, 8 de diciembre de 2007

REFLEXIONES SOBRE UN VIAJE POR EL NORTE DE ESPAÑA

Este fin de semana hemos tenido que precipitar la vuelta a casa. Una llamada, mientras disfrutábamos los últimos paseos por San Vicente de la Barquera, ha hecho que cambiásemos el destino en el socorrido GPS por un ineludible y siempre expectante Madrid. La madre de Manuela había sido operada a vida o muerte la noche anterior, mientras dormíamos plácidamente. El destino era Santander pero ahora, con esa llamada, el destino era otro. Volvimos a Madrid y Manuela continuó hacia Peñíscola, donde su madre estaba (y continúa a día de hoy) ingresada en la UCI . Hoy martes, continuamos muy pendientes de su evolución, pero mientras tanto me distraigo escribiendo en el blog. Cierto es que he estado dedicándome a continuar el proyecto estancado de "Zabaleta", quizás también por los apoyos que he recibido, y eso ha levantado mis ganas de continuar, y es que aunque todavía me falta por definir algunas situaciones de la novela, creo todavía que el proyecto es viable, y esto me da fuerzas para seguir, pues como dije llevo tiempo pensando en la trama.


Ése había sido el final del viaje. Pero como todo final, tenía un principio. El principio fue en Bilbao, la noche del miércoles, con una toma de contacto con su casco viejo, tan encantador, plagado de tascas, bares, herriko tabernas, pintxos y más pintxos, y gente muy pacífica y civilizada transitándolo. La gente abandonaba sus abrigos en un rincón del local sin el miedo que en Madrid uno tiene a que se lo sisen. Te sirves tú mismo los pintxos y el dueño del bar no tiene miedo de que tú le engañes. Es una ciudad que inspira confianza, que está muy cuidada y que es muy tranquila, acogedora. Puedes tomarte tu zurito (como una caña de cerveza) en la calle tranquilamente; se puede beber en la calle. Además no hay tanta policía como en Lavapiés o Malasaña, barrios de Madrid en los que la situación ha pasado de claro a oscuro. Los zuritos se sirven en vaso ancho, como los de sidra, y casi todo se sirve en este tipo de vasos. No utilizan el vaso de tubo para absolutamente nada, lo que es un absoluto acierto (¿para qué se sigue utilizando este tipo de vasos que nació con la única finalidad de afilar el perfil de las delgadas estrellas de cine cuando lo sostenían con sus guantes aterciopelados?). Además, todos los bares lucen sus pinchos, por muy mediocres que sean (los bares), pero la calidad gastronómica de todos ellos le da mil vueltas de tornillo a la mayoría de los que conozco en Madrid, la mayoría de los cuales dejan mucho que desear (me quejo de que en mi ciudad sin una buena billetera o sin conocer bien los rincones, el que viene de fuera se encuentra con que se la dan en muchos sitios).

La noche del jueves fue más animada pues salimos con nuestros camaradas de Bilbao, desde pronto por la tarde; Andeka, Itxaka (los de la foto) y Jon. Por la mañana habíamos visto el espectacular Gughenheim, que brota de entre los edificios de casas y que luce más por el continente que por el contenido. Y al sabor de los chacolís y de los zuritos compartimos bellas conversaciones sobre la ciudad de Bilbao, sobre Euskadi y sobre el problema vasco, después de las cuales pude recapacitar y concluir que me habían enriquecido a la vez que acercado a un problema que es real, que existe, que es de ellos y que deriva del sentimiento de nacionalidad, el cual para ellos es un sentimiento del que no se pueden desprender, que es innegable y universal en sus gentes y que me decía Jon que, siendo así, ¿por qué no canalizarlo de una manera positiva, todo lo cual es posible, y dejar de reprimirlo y negarlo porque eso no conduce más que a la generación de violencia y de odio extra?. Reflexioné la propuesta. Él me habló del deporte, me dijo "¿qué existe en la vida capaz de despertar el sentimiento nacional y ensalzarlo de forma más intensa que el deporte?. Creo que nada". Añadió además que probablemente con el deporte él sintiese calmada su hambre de nacionalismo. Pues canalicemos ese sentimiento nacional a través de los cauces deportivos, decía, canalicemos esa energía en un sentimiento positivo. ¿Por qué nos negamos a que exista una selección vasca, o una Liga Vasca?. ¿No tiene un pueblo el derecho a agruparse deportivamente con los equipos que elija?. El deporte podría ser una vía de escape con el que la gente desarrollase su euforia de una manera pacífica. Además, los vascos consideran bochornoso que la pelota vasca, u otro deporte marcial que ahora no recuerdo, que son de procedencia vasca, estén regulados y mediatizados por una Federación Española que es ajena a la cultura que subyace detrás de estos deportes y que les brinda imperativos y les condiciona las reglas que fueron por ellos creadas. ¿Por qué no hacer caso a la propuesta de los vascos o de los catalanes para que puedan formar su propia selección como en el Imperio Británico lo hacen Gales, Escocia o Irlanda?. ¿Sería esta medida suficiente para calmar las ansias del resto de los nacionalistas?. Lo que sí tengo claro es que esa noche aprendí mucho de Jon, de Andeka y de Itxaka y por momentos creí que la paz era posible. Hoy dudo de todo.

Por cierto, la fecha de esta entrada es de martes, 11 de diciembre, y no sábado 8 como aparece, que es cuando empecé a esbozar un borrador.

lunes, 3 de diciembre de 2007

"ZABALETA", UN PROYECTO ESTANCADO

Voy a confesar un secreto. A finales del año pasado me dio por comenzar a escribir un relato, mientras trabajaba en una biblioteca. Poco a poco ese relato comenzó a tomar una forma y comprendí que si me empeñaba lo podría convertir en una novela. El relato comenzó a llevarme por otros caminos y hoy en día es un proyecto de casi noventa páginas de word a las que me falta dedicarme en serio, pues me he encontrado en un estancamiento que se prolonga ya por unos meses y ahora mismo no encuentro las ganas para ponerme otra vez con ello. Mi deseo es continuar alguna vez, pero es cierto que nunca encuentro el momento. Como en cualquier caso la idea no se me quita de la cabeza, valga publicar unos párrafos en este blog, para no dejar de lado este proyecto del que todavía mantengo un cierto cariño.
La historia narra algunos pasajes de la vida de un joven madrileño de origen vasco, llamado Zabaleta, quien después de haber sufrido un internamiento psiquiátrico decide acudir a un psicoanalista, el doctor Varela, con quien mantiene unas profundas conversaciones y a quien no deja de sorprender con la sinuosidad con la que se va bandeando en la vida, fruto de lo cual el Doctor Varela decide escribir el relato de su vida, a la par que abandonar definitivamente el ejercicio de su profesión.
El relato se sucede entre el momento actual y el pasado, intercambiándose. El momento actual se sucede en tan sólo un fin de semana, en el que el protagonista se plantea toda su vida, incluso intentando escribirla. El pasado se sucede desde el momento en que Zabaleta emprende su desventurado viaje a Londres, financiado por su tío materno, el Tío Germán.
...
"El tío Germán era un hombre adusto, de complexión fornida y amante de interminables lecturas de visigodos y sátrapas que le tenían embriagado y ausente la mayor parte del día. Acostumbraba a lucir en su pelaje espeso, a pesar de su avanzada edad, un sombrero de copa que alargaba la figura de su tez y que le ofrecía un aspecto más siniestro, si cabía. Decía ser un amante del buen vino y no gustaba relacionarse con la muchedumbre, pues decía que desde que su mujer, la tía Pilita, había fallecido, aquél con quien se encontraba venía a darle un pésame fariseo y ya, de paso, le predicaba con sus zanganerías. No hacía ni un año de lo de la tía y él había optado por enfrascarse en su cómodo piso de la calle Arturo Soria, entretenido, decía, con sus irrenunciables partidas de ajedrez vía Internet".
...
Una historia de amor empapa al relato, la que el protagonista mantiene con Camila, en todas sus fases...
"Zabaleta comenzó su relato con ánimo de encontrar un sosiego y, sin embargo, si acaso se acaloró más, pues sentía un tintineo martirizante cada vez que en varios momentos le venía el nombre de Camila a la cabeza. En realidad ella era una perfecta combinación de la persona a la que realmente había amado pero también de la que le había inducido a conocer los rincones más aciagos del amor, abocándole en una completa indiferencia. Así lo había meditado en repetidas ocasiones, pero su perenne inconformismo, innato a él, no era más que el causante de ese peculiar estilo de vida que le había tamizado y que entendía a ésta como un particular viaje lleno de sendas e islas a las que se adentraba uno por medio de pasajes marítimos o ferroviarios que venían a ser todas las materializaciones a las que en la vida uno se apegaba, siempre con la ilusión de encontrar ese paraíso terrenal o humano al que confinar todo el amor por la vida. Zabaleta, inmerso ahora en la pesadumbre, era ante todo un ser profusamente optimista, y estaba completamente convencido de que su isla no era la anhelada pero también de que se había cerrado la venta de billetes y de que prefería conformarse con una buena meditación y un aliño de sabiduría para ese status quo que le tocaba vivir en un paraje ambiguo y en cierto modo desconocido. Porque no había nada más que pudiese desconcertar a Zabaleta que la dualidad de las personas. Camila era todo antítesis; transparente y oscura, yin y yang, todo y nada. Pero, ¿quién era nuestra otra protagonista, a los ojos de Zabaleta, siniestra y exaltadora?"
...
Y en Londres se suceden huracanes...
"Decidió levantarse e ir al baño. No tenía ganas de orinar, ni necesitaba nada del baño, pero allí se encontraría sólo, intentando huir de esa mesa en la que todos sus comensales se habían convertido en bestias. Nadie sintió que se ausentase, pues lo hizo suavemente, sin dirigir la mirada hacia nadie. Tomó las escaleras y el corazón le latía arrítmicamente, con una respiración desacompasada. En el baño, todo eran espejos, y Zabaleta creyó encontrar sosiego al verse reflejado. Pero se miraba con detenimiento y entonces se contemplaba como diferente a sí mismo, con una mirada extraviada y la boca algo desencajada. Las comisuras de los labios estaban manchadas de un color ámbar y sus labios parecían amoratados. Se detuvo en la contemplación y empezó a dejar de oír lo externo. Sólo el eco de sus pensamientos le inundaba, y éstos empezaron a evadirse lentamente, hasta apenas pensar en nada. Surgió de pronto una sensación de rareza frente a sí mismo, se miraba como desde fuera, podía entender que esa cara que veía era la fortaleza que le tenía atrapado y que ahora se sentía fuera de ella. Sus ojos vistos por sus ojos. Una cara que se reflejaba, que no movía ningún músculo, que se sentía dominada, frenada. Que su cara no era su cara, que ése no era él. Y sintió como si volviese fulminantemente contra sí mismo, como si del espejo rebotara hacia ese cuerpo suyo que ahora le atrapaba, sin posibilidad de retorno, sintiendo el golpe".
...
"Entraron a un videoclub al que se accedía bajando unas escaleras. Un mostrador a la izquierda, con un árabe que no se inmutaba, y varias pantallas de video, con imágenes distintas, una como de telediario; una voz que salía de algún altavoz pero en un volumen al que había que prestar atención para entenderlo; una pequeña cámara en el techo que vigilaba todos los movimientos. Paul y Sophie se entretenían en la sección de terror, mientras Zabaleta encontraba pocos títulos que llamasen su atención. Otras películas, ya las había visto; La naranja Mecánica, Alguien voló sobre el nido del cuco, El Resplandor... Grandes películas, pensaba Zabaleta, pero que no eran de su agrado para ese día en que sólo le preocupaba qué hacer a partir de ese mismo instante, cuando empezaba a sentirse ausente. Observó detenidamente el local. Un informador en una de las pantallas y esa cámara giratoria que se teledirigía a él con sus movimientos. El informador gesticulaba bastante; parecía como si quisiera disimular algo ante Zabaleta, quien creía captarle en sus gestos, e incluso podía escucharle ahora atentamente. Zabaleta sentía que el informador le quería decir algo y se acercaba un poco más a la pantalla. La cámara se movía ligeramente. Zabaleta podía entender perfectamente como el señor de traje oscuro hablaba con un deje más serio y entonces le informaba para que estuviese alerta con respecto a sus acompañantes; para que se planteara qué hacía allí, en aquella ciudad, lejos de su sitio, de su lugar. Come on, come on, decía, con una voz melódica que no dejaba de ser enérgica. La voz decía también entenderle, entenderle perfectamente. La cámara entonces buscaba otro ángulo, ahora sobre su posición, y Zabaleta comprendía en ese momento que la pantalla y la cámara estaban interconectadas, y que sus pensamientos eran el punto de enlace con el informador. Lo que él pensaba era procesado por una cámara que, adosada a un ordenador, podía comunicarse a muchas millas de distancia, con el presentador de un telediario local. Y el peligro de seguir allí, en esa casa de aficionados a la heroína y de consumidos por la desgracia, que le terminaría de esquilmar todas sus fuerzas, era presagiado por un hombre de sentimientos que desaparecía ahora de la pantalla. Una carta de ajuste ocupaba su lugar y Zabaleta miraba ahora a sus compañeros, que pretendían alquilar un vídeo musical, de un concierto de The Cult."
...
"Tumbado en la cama, la música formaba parte de su ser. Y no se le podía ir, por mucho que lo intentara, de la cabeza. Zabaleta creía hacer música ahora, con su mente, tumbado en la cama. Y creía hacerlo a la perfección. En su interior, esto martirizaba su espíritu, pero él creía componer una música que, ¡claro!, estaba siendo reproducida abajo, en el salón de la casa de la misma Sophie, con todos los dantescos personajes que Zabaleta escuchaba reír arrítmicamente. Debía de haber una cámara allí, en la habitación. Pensó que pudiera estar infiltrada bajo algún mueble de la casa. Observó con detenimiento todo lo que le rodeaba. Había algo extraño encima de la puerta. Quizás fuera un raíl para que la puerta pudiera abrirse, tan típico de algunas puertas inglesas. Pero Zabaleta intuyó que ésa debía ser la cámara. Intentaba esconderse de su alcance, pero pensaba que daba lo mismo, que la tecnología alcanzaba a leer los pensamientos y que, por eso debían atravesar todo lo que se encontrasen. Y se agobiaba intuyendo cómo su cabeza era vigilada de esa forma, cómo el alboroto de sus compañeros era fruto de lo que de él espiaban, cómo ningún pensamiento suyo escapaba al conocimiento de los otros. El pánico le sobrecogía; sus músculos parecían haberse dado la vuelta; apenas unas fuerzas para poder descansar. El sueño esta vez sí le llevó consigo".
El día que termine esta novela, os la haré llegar

ÚLTIMA HORA: "ALUMBRAMIENTO" NUEVO PREMIO EN BERLÍN


Unos posts más abajo me dediqué a hablar de mi vieja amiga, Sara Párbole. Ya alucinamos todos cuando el último cortometraje en que ella había participado, "Alumbramiento", de Eduardo Chapero-Jackson (en la foto), ganó el León de Oro en la Mostra de Venecia al mejor cortometraje. Ahora ella está celebrando la consecución en la noche del sábado del premio otorgado por la Academia del Cine Europeo, en Berlín, al mejor cortometraje. Una realización que pone en el debate el tema de la muerte y que está siendo aclamada en todos los festivales por los que se exhibe. Se habla de este corto como posible candidato futuro a los Oscars. Ya lo es su anterior trabajo, "Contracuerpo", que competirá por la estatuilla dorada en la próxima edición. Larga vida al éxito de este nuevo director, de grandes maneras, y al de mi amiga, Sara Párbole, porque se lo merecen.

sábado, 1 de diciembre de 2007

GUSTAVO, UNA REFLEXIÓN DE LA AMISTAD


Ayer por fin vi a Gustavo. Me lo encontré en las sesiones vespertinas de ajedrez del Parque del Retiro, devanándose los sesos. Gustavo está ahora en otras cosas. Le costó ganar su partida, pero un mate con un alfil como el de ayer fue digno de recordar. Al terminar, me pidió que le acompañase y nos retiramos al estanque del Palacio de Cristal. Allí, en un banco con una bonita perspectiva del estanque, y con su brazo por encima de mi supuesto hombro, me comentó:



- ¿Sabes, Abismo?. Me empiezo a preguntar algunas cosas. ¿Qué será de nosotros cuando estemos finalmente separados y todos mis secretos anden contigo?. Cuando ya no seas mi compañero y anden contigo todos nuestros recuerdos, cuando ya nada te importe y hables de mí sin que nada te importe, cuando seas infiel a nuestra memoria. ¿Qué será de nosotros?


- ¿Dejar de importarme tú?. No lo creo -le contesté, con firmeza-

- Bueno, eso es lo que podemos decir ahora, pero el tiempo es traicionero y todo se vuelve en contra -añadió-. Todo muta, todo se borra, nada es inalterable, ¿no crees, Abismo?.


- Jamás, Gustavo, tú sabes perfectamente quién soy yo -le dije- y jamás te sería infiel, lo sabes perfectamente.
Gustavo miró al cielo, que en ese momento parecía estar cubierto de un manto transparente, permaneció unos segundos callado y entonces añadió:

- A veces, Abismo, sueño contigo. Sueño con que desapareces de tu mundo irreal y te vienes al nuestro, el mundo de lo físico, de lo tangible, y todo el mundo te puede ver y tocar, y te haces mortal. Dejas de no existir y entonces me traicionas y desvelas mi secreto. El sueño se me repite.


En ese momento, me transporté unos metros al interior del parque, sin que Gustavo se percatase, y le quité un sombrero a un señor que leía un periódico en otro banco. Simulé un golpe de viento y el entretenido lector tampoco se percató. Reaparecí en un instante con Gustavo y entonces le interrumpí:


- ¿Ves?, Gustavo, a mí no me pueden tocar, pero yo sí lo puedo hacer, soy real, nada que ver con la irrealidad, existo, toma éste sombrero. Y como tal es la verdad, también lo es que tu secreto andará siempre conmigo, sólo conmigo, por el devenir de la eternidad que me pertenecerá sólo a mí. Y lo sabes.


Gustavo sintió un alivio, pareció incluso descongestionarse de súbito y un cierto halo pareció iluminarle al tiempo que le aparecían unos pueriles coloretes. Dijo sentirse más tranquilo y entonces su viejo problema se instaló de nuevo en él, diciendo:


- Creo, Abismo, que la confianza que tengo en ti es mayor incluso que la que tengo con la Lucy. Lo de ella y mío no sé cómo transcurrirá, quizás tengas razón y nuestro lago no sea el mismo, pero eso ahora no me importa, sólo sé que el amor que siento por mi verdadero amigo, que eres tú, Abismo, sé de verdad que es incondicional, no entiende de maldades ni de mentiras, es sublime. Y por eso, quiero que lo sepas para siempre.


En ese momento, tuve que abandonarle, aun con la intensidad con la que sus palabras se instalaron en mí, pues había una cita en otro lugar, en la que debía reaparecer, pues mi presencia se había hecho allí necesaria. No era por tener que ayudar a nadie que fuese más importante que Gustavo, pero con él no había más que añadir. Ya no importaba que no estuviese con él, pero sus palabras se habían venido conmigo, adosadas a mí, transmitiéndome una grata energía, impregnándome de una esencia revitalizadora, entregándome la fuerza que me lleva a escribirlas. Pronto también iré a verte a ti, lector, cuando tu sentimentalismo por fin necesite de mi consejo. Apareceré cuando menos te lo esperes.