sábado, 19 de enero de 2008

¿QUÉ TE SUGIERE ESTA FOTO? (MÓNTATE UN RELATO)


Desde el año 1874, cuando las pinceladas del artista creador habían dado origen a la tierna y fraternal escena de Constantino jugando con sus hermanas, todo permanecía inmóvil y vital al mismo tiempo. Nada había cambiado desde entonces, durante más de un siglo, tiempo tras el que todo permanecía inmutable y quieto al mismo tiempo, a la vez que se sucedía la magia de una manera incesante, eterna. Constantino era el mayor de los cuatro hermanos que correteaban a sus anchas por el Palacio Real de Aranjuez cuando llegaba la primavera. Bajo la tutela de sus padres, que en Palacio desempeñaban funciones varias, los niños pulían su felicidad a costa de caídas, juegos variopintos, alegría desbordada y buenos cuidados, completamente al margen de cualquier otra preocupación. El pintor de la Corte consiguió inmortalizar a los cuatro niños, hacia los que el mismo Rey guardaba un cariño especial, en un momento lúdico representado por una escena en la que los cuatro jugaban a la pelota. Pero la magia contenida en la pintura propició que esos niños mantuvieran su vida, inmóvil por otra parte, pero cargada de emociones que ellos mismos sufrían por los siglos venideros, anclados como estaban en un óleo por el que discurría una savia que los mantenía vivos, llenos de emociones. Los niños continuaron felices, disfrutando de su eterno juego, mientras los curiosos espectadores que transitaban por el museo y se acercaban al cuadro, se recreaban con la magia de sus pinceladas, ajenos a todo lo que, tras los colores pastel, venía a sucederse.
Un día, Claudia, la más pequeña de las hermanas, tuvo un sueño, allá por el año 1998, que contó a sus hermanos presa de una emoción contenida. Les contó que un duende le había sobresaltado mientras dormía, y que le había dicho que estaba muy cansado, harto cansado, de vivir eternamente y que motivado por tal agotamiento había decidido traspasar la frontera de la magia e inmiscuirse por la realidad mortal, hasta llegar a la realidad de cuatro niños que gozaban felices de los encantos que les deparaban los jardines de un palacio real. Así se le había presentado el duende, que le decía: "traspásala, traspasa la frontera" y mágicamente desaparecía después. Claudia contó lentamente a sus hermanos su sueño y les preguntó si creían también ellos que pudieran traspasar la frontera invisible que les tenía aprisionados, si creían que era posible abandonar el cuadro que los eternizaba. Constantino dudó de las ensoñaciones de su hermana, no entendía el concepto de la mortalidad, la no eternidad. Los otros hermanos se confiaron al ingenio de Claudia y se animaron a traspasar los límites del marco, aun considerando que nada pudiera haber detrás. Finalmente, Constantino, viéndose solo, se desperezó y siguió a sus hermanas, admirándose cuando todo un mundo efímero se mostraba ante su mirada.
Si quieres participar de esta propuesta de adaptar relatos a imágenes, visita: http://relatsconjunts.blogspot.com/

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante la propuesta de adaptar relatos a imágenes.....me quedé marinando un par de ideas.....de repente sale algo.....yo que solo iba a comentar que ese pobre niño tiene cara de asustado, como de haber entrado en la habitación equivocada, como en la de sus padres en plena práctica de la posición 46 del kama sutra.....con que otra cara iba a salir después de semejante imagen.....???

Saludos

(pero tu relato tiene magia, no como mi hipótesis)

[anonymous writer] dijo...

Molt original, m'ha agradat, Felicitats!!

Jordi Casanovas dijo...

Buen relato, el miedo al mundo o el miedo a quedarse solo.

Floc dijo...

Vaja, que original, quina inspiració! M'ha agradat molt! Felicitats per un relat tan bo!

Salutacions!

Anónimo dijo...

Molt bona l'ambientació, sembla que estigui dins. Felicitats, t'ha quedat molt bé :)

Luna Carmesi dijo...

Muy bien el cambio de estructura en el blog.
Mejor todavia el relato.
Sana envidia ante los que teneis esa imaginacion desbordante.
:)
Besos.

Abismo Ínfimo dijo...

Karen: La cara del niño es de eso, de estar viendo algo que le impresiona mucho. También podría hacerse magia, o fantasía de eso, ¿por qué no?. Todo es ponerse.

Anonymous: muchas gracias por tus sinceras palabras, gracias de verdad.

Jordi: bonita reflexión.

Betty: tus palabras son un halago, muchas gracias de veras.

pd40: muchas gracias, me alegra que te haya gustado.

Luna: me alegra que te guste el cambio, y más aún el relato, pero no envidies ninguna imaginación ajena pues la tuya es portentosa. Besazos.


Me alegro un montón de vuestros comentarios. Pronto estaremos de nuevo intentándolo otra vez.

Luna Carmesi dijo...

Gracias por tu respuesta.
En realidad siempre siento una inquietud... una... ¿vergüenza? cada vez que 'posteo', son consciente que uno de mis defectos es el afán de perfeccionarme... eso me hace estar tremendamente alerta de todo lo que leo y veo por aquí... Nadie es perfecto.
Veo mucho talento. Eso me gusta. Pero también me reta... Mira... No me veo, por ejemplo, participando en un concurso tal como tu has hecho... de esa manera tan emprendedora y en si tan bonita... bonita en si por sus intenciones... mi manera de escribir (no soy de letras, no soy una gran devoradora de novelas, si estoy interesada en ‘todo’) es un parto... un parto sin epidural... incluso la mas liviana de mis entradas encierra su trabajo.
No, no, no brotan en mi las palabras o las frases como si fuera un manantial. Por eso cuando veo ‘a los de letras’ salpicando de buen hacer reconozco cierto envidia (sana?).
:-)
Pensamientos...
Me he extendido jajaja, si esto da para casi un post!!
;-)

Abismo Ínfimo dijo...

Luna, resumiendo. No, no, no te apenes, no sufras, para nada, tienes un blog de lo más ocurrente y reflejo de ello es todos los fans que tienes. Que también tengas días malos, es lo más humano. Aprovecha los buenos, y si ya de paso te da por postear, te lo agradeceremos. Debes ser una máquina con los números, porque con las teclas del ordenador ya te bandeas alegremente. Yo sigo paseándome por tu desván, por algo será.

Luna Carmesi dijo...

Gracias de nuevo.
:)
Como curiosidad y a titulo personal, ya que nadie nos lee..., te comentaré que lo mío no son los números (me defiendo eso si) en las pruebas psicotécnicas y demás chorradas, que se utilizan para averiguar el cociente de inteligencia (mal llamado coeficiente); lo mío es algo titulado como ‘capacidad espacial-abstracta’... o sea, me pones una serie de líneas rectas y curvas, y te digo lo que tienes que dibujar al final... en fin soy muy sicodélica!
:-P

Abismo Ínfimo dijo...

Lo de los números, series y demás pruebas psicotécnicas dirigidas a evaluar el mal llamado coeficiente intelectual (ya nos explicarás lo del cociente, entre qué factores se calcula, pues nunca he entendido cómo se podía calcular el nivel intelectual)es un rollo que hemos tenido que perfeccionar los funcionarios cuando hemos sido opositores. Creo que el concepto de inteligencia abarca muchos más espectros y dimensiones que lo que una serie matemática puede dar a lugar, fruto del afán desmesurado que tenemos los humanos de cuantificarlo todo. La inteligencia es una caja de sorpresas difícil de cuantificar que además oscila con los vaivenes emocionales, y en boga estuvo la idea hace menos de una década. De todas maneras, lo de imaginarte los dibujos con las líneas me parce un derroche de talento. Muchos besos y buen finde.

Luna Carmesi dijo...

Bueno... Hablando de memoria lo del cociente es porque es una división. Y el divisor es... la edad del sujeto evaluado. Desde luego si eso se realiza deben ser varios test y previamente trabajar con subgrupos de medias... vamos... hablando de fria estadistica (Campana de Gauss y esas cosas tan maravillosas)...
Y tienes razon. Si no es adecuado llamarlo coeficiente, igual tampoco habria que llamarlo INTELIGENCIA, solo se evaluan determinados aspectos del cerebro 'trabajando' en distintos campos, la pregunta es ta donde se cuantifican aspectos como la propia coherencia, sacrificio, honradez en lo pensado y discurrido por nuestra mente... Tuve la oportunidad (cosa prohibida...) de saber las dos personas con mayor IQ que ha tenido mi empresa en los ultimos 15 años... uno se echo de cabeza a la cocaina,sabe dios donde esta... el otro era un bulimico convulsivo, pero como su familia tuvo pasta consiguio salir con cierta dignidad y ahora dirige unas empresas relacionadas con los 'ladrillos' y los 'cementos'.
Jejeje... tengo que reconocer que me hacen gracia 'los abatimientos espaciales' en mi cabeza.

Has visto... Con nuestra charla casi sale una 'entrada'!!
:-P

Buen finde. Besote.

Barbollaire dijo...

Un relat impressionat i, almenys per mi, impressionista.
I ara em ve al cap...Coneixia Borrell del Caso l'obra de Lewis Carroll?
M'agrada molt el teu relat.
Felicitats!

Abismo Ínfimo dijo...

Luna: No me digas que os miden el IQ cuando entráis en vuestra empresa. Para que luego, mira, como dices tú, ¡qué decisiones menos inteligentes!: atiborrarse de comida o de cocaína, tanto me da. Aunque estamos hablando de enfermedades mentales, muy relacionadas por otra parte con los altos niveles intelectuales. Para mí la inteligencia, como dices, abarca muchos campos. La inteligencia está relacionada muchas veces con la sencillez, la honradez, la vida tranquila y responsable. Es un concepto que abarca muchas cosas distintas. Además, seguramente el IQ no sería el mismo después de un gran día que después de un día pésimo. Conclusión: ¿nos debemos fiar de ese índice?. Tengo una prima que desde pequeñita le dijeron que era niña prodigio. LLegó a ser arquitecta con matrículas de honor. Pero, al optar por su camino estudioso,responsable y tortuoso, también se perdía otras cosas importantes de la vida y tuvo que sacrificar ciertas vivencias. Estas vidas sacrificadas pueden llevar a sentimientos de decepción, de enquilosamiento, de caída, fuertes, tanto que ese nivel de inteligencia les pueda llevar a infelicidades no pronosticadas. Boby Fischer, gran maestro del ajedrez recientemente fallecido y que nos dejó grandes recuerdos, tenía un IQ superior al de Einstein. Y ese IQ le llevó a tener paranoias y a vivir en la indigencia. Su inteligencia parece que no le deparó un camino acertado o inteligente. Muy complicado el concepto éste de la inteligencia. Si te apetece, Luna, una idea para un futuro post, tienes razón. Disfruta tú también.

Barbollaire: me halagan tus palabras. Lástima que me cueste leer tu blog por mi escaso conocimiento del catalán, aunque tengo una traductora muy cerca que me saca del apuro. Me parece entender que planteas si el autor del cuadro del que nos hemos montado un relato ("Escapando de la crítica") consumía láudano, o sustancia similar, opiácea, como lo hacía el autor de "Alicia en el país de las maravillas". ¡Viva el matiz psicodélico de la literatura!, si es eso lo que planteas. Me alegro de leerte por aquí. Será tu casa siempre que quieras.