martes, 12 de febrero de 2008

DECEPCIÓN EN LA PUERTA DE UN COLEGIO


Hoy me esforcé en pensar qué escribir para el día de hoy en el blog. Profundicé en la prensa por si venía al caso, pensé en transcribir algún sueño mío, o incluso pensé en ir a ver a Gustavo, pero, exhausto del esfuerzo, me dejé llevar por otros aires hasta que me encontré otra irresistible propuesta (¿será que todas me lo parecen?), esta vez con más peso detrás, e incluso con un cuantioso premio (aunque quizás sea esto lo que suela echarme para atrás) porque provenía de la Cadena Ser y consistía en elaborar otro microrrelato. Partiendo de una frase concreta (que es la última del ganador anterior), y con un máximo de 100 palabras, construir un relato en el que haya, al menos, un personaje y un escenario. La frase de la semana era: "Cojeando, me esforcé por alcanzar la fila de niños que regresaban del recreo". Me salió uno que tenía justamente 100 palabras y como no me decidí a publicar nada en concreto para este blog, pensé que el microrrelato llenaría un hueco. Ahí os lo dejo:






Cojeando, me esforcé por alcanzar la fila de niños que regresaban del recreo. Venían eufóricos, exultantes. Entre todos esos niños debía estar mi hija, a la que reconocería por una fotografía reciente. Un niño me sonreía pícaramente, otro me empujaba suavemente, a ella no la veía, a lo largo de un pasillo por el que todos corrían. Entre la multitud, una bella niña rubia, de ojos claros, exclamaba: "papá, papá". Mi mirada se estremeció, mis piernas temblaron, la escena me sobrecogió, máxime cuando mi mejor amigo de la infancia esperaba a esa niña cuyos ojos eran calcados de los míos.




Os paso el link, por si os apetece participar, y os mando besos sucesivos:

16 comentarios:

Zanzara dijo...

Jooo, pues te ha quedado genial... Precioso!

Un beso!

Anónimo dijo...

Más que genial, conmovedor el relato, se puede decir tanto, reflejar tanta emoción en palabras contadas, en 100 palabras...si sabe cómo hacerlo, como tu Abismo, que siempre lo logras...

Me voy a pasear por el link a ver si me anmo...

El Secretario dijo...

Hola Abismo.

Y ¿por qué no lo envías...?

No pierdes nada y puedes ganar.

Una cosa: si ganaras o ganases, ¿cuál sería el principio de tu frase final?
¿Desde "Mi mirada" o desde "máxime"?

Parece una tontería, pero...

Anímate y lo envías.


Abrazo animador.

Blasfuemia dijo...

Qué facilidad para sacar un relato de debajo de las piedras y con la limitación de un número de palabras. Me quito el sombrajo.

Elenita dijo...

Que bueno... seguro que ganas!!!.
Besitos.

Abismo Ínfimo dijo...

Zánzara: muchas gracias, otro beso.

Karen: a ver si es verdad que os animáis. Tus palabras me llegan, muchas gracias.

Secretario: qué bonito lo que dices. La verdad es que envié el relato a la par que lo publicaba aquí. Alguna vez he enviado algún que otro relato y luego ni siquiera ha aparecido entre los presentados. Me ha pasado 2 veces con otros relatos de la cadena ser, los que presenta Juanjo Millás. Así que no espero nunca nada. Yo creo que debería empezar mejor por "mi mejor amigo...", si no la frase es un poco rara para iniciar un relato, aunque todo es posible. Recojo tu abrazo con entusiasmo y te devuelvo otro.

Blasfuemia: venga, que no es pa tanto, yo sí me quito el sombrajo con tus entradas. Un besazo.

Elenita: seguro que no, pero muchas gracias por tu apoyo.

Sigo enrrollado con mi novela y le dedico menos tiempo al blog, pero no me olvido de él, por eso pronto estaré dejándome llevar por el teclado a ver qué sale. Muchos besos y muchas gracias.

El Secretario dijo...

Hola Abismo.

Se me acaba de ocurrir que podríamos organizar por algún sitio de los nuestros una cadena de estas de relatos.

Es una idea...

A ver si se madurara (o madurase...)

Abrazo encadenado.

P.S.: De momento, recojo tu testigo y me pongo a continuar con tu final.
Volveré : D

El Secretario dijo...

Mi mejor amigo de la infancia esperaba a esa niña cuyos ojos eran calcados de los míos.

Besos, caricias, preguntas…

Hacia el coche, aparcado unos metros más allá.

Ella esperaba al volante. Había cambiado poco. La novedad de unas gafas oscuras. Altiva, bella, distante.
Como siempre…

Al oír a la niña, arrojó el pitillo y le sonrió.
Salió de sus cavilaciones para entrar en la esfera infantil.

Intermitente. Espejo retrovisor…
Me vio. ¿Me vio?
La tensión volvió a su cara. Al arrancar y girar el volante, volvió a mirarme.
Se le escapó una sonrisa por una comisura: cruel, despectiva, …agradecida.


oOo


Me salieron 100 justas.
A ver si se anima alguien a continuar…

Abrazo continuador.

Mandarina azul dijo...

No sé qué instintos asesinos se apoderan de mí esta noche que me han hecho pensar en proseguir el relato cargándome al señor de los ojos calcados a los de la niña, mediante un volantazo certero de la despectiva dama.
No, mejor no. Que siga vivo. Que esos ojitos claros calcados a los suyos sepan un día, sepan...

:) Besotes nada delictivos.

Anónimo dijo...

"Partiendo de la frase", yo que la había metido en medio....

Me parece que tendré que modificar un par de cosas....

Te cuento si logro algo....

Abismo Ínfimo dijo...

Qué bueno que os hayáis animado todos. Por supuesto, Secretario, que me animo a cualquier propuesta de relatos en cadena. Tendrías que publicarlo también en tu blog. Me he ilusionado viéndote tan metido en el relato, el pitillo que se arroja, las cavilaciones, leía tu relato con un toque siniestro, duro, me lo imaginaba en blanco y negro, no sé por qué, como una escena tierna de una película de la mafia. Abrazos que animan a continuar con lo que propones, pero debveríamos publicar todos, ¿qué se os ocurre?

Mandarina: pues habértele cargado, bueno, creo que te lo cargaste, lo que pasa es que no nos lo has enseñado. Lo bonito de la literatura es que puedes llegar hasta donde quieras. Sería un gusto leer tu escena del volantazo. Anímate, manda.

Mientras espero a ver qué se le ocurre a Karen...


Os mando besos y abrazos animosos de construir algo con vosotros, y os digo que me encanta leeros.

El Secretario dijo...

Respuesta a la Srta. Mandarina.

No estoy de acuerdo con que muera ÉL...

Fue una víctima de ELLA.

ELLA usó su simiente (de ÉL) para poder tener una guapa hija con los ojos de ÉL.

(Ab)usó de ÉL, enamorado y despreciado porque era pobre.

El otro, el amigo, tenía y tiene más pasta.
No dejé claro que el coche era un Mercedes último modelo, que no sé cuál será..., propiedad del "otro".

¿Y usted se quiere cargar al pobre desdichado de ojos azules (su único tesoro...), ÉL?

No me parece justo, la verdad.

Abrazo injusto.

Abismo Ínfimo dijo...

Esto está candente, emocionante, ¿que será del desdichado hombre de ojos azules?, ¿será asesinado por su mujer infiel?, ¿o incluso volverá con ella, después de que ella haya disfrutado de un tiempo de dudas y de escarceos con el mejor amigo de su ex?, ¿qué final os traéis entre manos?. Abrazos y besos intrigados.

Luna Carmesi dijo...

Es magnifico... Haces unos ejercicios estilisticos dignos de envidia!! (De la sana...)

Luna Carmesi dijo...

Comentario en confianza:
Llegué algo tarde a esta entrada... Uf... Mis rondas por el universo de las palabras en los blogs son incompatibles con segun qué dia en mi vida... Paciencia... Yo soy de las que echa un vistazo a pasadas entradas...

Debo reconocer... que al final participé en aquel micro relato de 50 palabras... Curioso. Supongo que se podrá leer.
:-S

Tambien debo reconocer que a veces me sorprendo improvisando un texto cuando visiono alguna foto o dibujo en los numerosos blogs que intento visitar... Que cosas...

Ya esta... Me he dejado llevar...
:-P
Besos!

Abismo Ínfimo dijo...

Luna: pues tengo que leer tu microrrelato. Debes ser una bomba porque sin apenas tiempo te estás sacando unas entradas últimamente la mar de ingeniosas. ¿Quizás que duermas poco?. Un besote.