jueves, 22 de noviembre de 2007

KAFKA EN LA ORILLA (DE HARUKI MURAKAMI)


Un niño japonés, en el mismo día en que cumple quince años emprende el plan que lleva tiempo atrás meditando (en realidad su vida ha estado enfocada a ese plan siempre): marcharse de casa. Y lo hace rumbo a una ciudad que desconoce por completo (para que nadie pueda encontrarle), Takamatsu, de la que apenas sabe que dispone de una biblioteca, y con pocos bultos consigo. Lo hace sin dejar ninguna nota. Atrás deja a un padre al que no quiere. Su madre, cuando él tenía cuatro años, le abandonó, llevándose a su hermana.
Su única intención es hacerse cada vez más fuerte, prepararse para la vida (es un niño muy maduro), alimentarse correctamente, hacer ejercicio y leer mucho. Así terminará por ser el humano más fuerte donde los haya. Su irreal amigo Cuervo, quien pudiera ser realmente su alter ego, que aparece en los momentos más difíciles dándole su consejo, le recuerda, cada vez, que efectivamente se está convirtiendo en un auténtico hombre fuerte y maduro. Cree que será mejor refugiarse en una biblioteca, donde pueda pasar más inadvertido y es en este lugar donde se van a suceder las escenas más inverosímiles, compartidas tanto con el encargado de la clientela, el entrañable y asertivo Oshima, como con la dueña de la biblioteca, la majestuosa y misteriosa señora Saeki.


La relación que surge con esta mujer es de una naturaleza embriagadora, sutil, realmente mágica. ¿cómo puede surgir una relación de amor entre dos personas a los que les separan cuarenta años?. De forma mágica. Pero no es sólo una relación de amor la que surge entre estos dos personajes. Lo demás, lo tienes que leer. No te puedo desvelar el gran secreto del libro. Pero la historia no solo discurre en la biblioteca, al margen de los pasajes en los que el protagonista se ve exiliado en la soledad de un bosque lleno de encanto (es una maravilla cómo puede llegar a enganchar la escritura de este mágico Murakami que hasta hace bellos los momentos en que el protagonista está solo en el bosque, no haciendo nada, a lo sumo dedicándose a explorarlo), porque en la distancia, en el distrito de Nakano de la fascinante Tokyo, un personaje llamado Nakata, que habla con los gatos (es simplemente una maravilla las relaciones que mantiene con los gatos callejeros), y que al margen de una pensión que como él dice le da el gobernador de una forma personal, se dedica a buscar gatos extraviados para las señoronas de su barrio, quienes le compensan con buenos jornales. Este personaje, que no sabe leer, y que parece sacado de los personajes de la película Los Idiotas, de Lars von Trier, es un personaje entrañable donde los haya, de aquellos con los que cualquiera se encariña, y que fruto de un hechizo que le persigue (incluso con lluvias de sardinas que él mismo produce como por telepatía), y apoyado por una "piedra de la entrada" que es como una piedra filosofal, al estilo del más grande personaje de la multimillonaria Rowling (la creadora de Harry Potter, que así sí se conoce mejor) se acabará cruzando con el protagonista.

Y al margen de algún otro personaje afectuoso y amigable donde los haya, como el valiente Hoshino, camionero con ganas de una aventura pasajera, como si satisfaciese el deseo de muchos burgueses de hoy en día, faltos de emociones vivas en sus rutinarios días, o algún otro con menos protagonismo, el resto de la historia ha de escapar a esta enrrollada sinopsis, con la idea de no llevarte al desencanto que produciría el que te lo adelantara. Te va a encantar si te gusta Murakami en su lado más "realista mágico". Esas frases cortas y sencillas pero cargadas de filosofía. Un libro tranquilo, de lectura muy fácil, que aconseja una vida sana, marcada por la meditación, por saber estar a gusto uno consigo mismo, pero cargada de misterios, de laberintos, de duras verdades. Estas sensaciones se suceden de una forma mágica (siento repetirme con esta palabra pero ¿qué otra lo describe mejor?) en el que lo lee. Me encantaría reproducir un texto que para mí está cargado de..., de seducción, de encanto, de fascinación y es el momento en que por primera vez hay algo más que un contacto entre el personaje, Kafka, y la señora Saeki, pero me llevaría mucho tiempo reproducirlo (son dos o tres páginas que sobrecogen y que describen una escena sexual elocuente y sencilla al mismo tiempo).


Tampoco hay que olvidar el simbolismo del cuadro que da título al libro. Ni el complejo de Edipo que rodea al personaje. Hay misterio siempre en este libro, pero está resuelto de una forma genial, sin hacer alardes con el lenguaje. En mi modesta opinión, una obra maestra, aunque pudieran denotarse unas posibles prisas del autor para terminarlo, quizás apremiadas por la avaricia de la editorial, quien sabe; un escritor entre los grandes asiáticos contemporáneos. De lo mejorcito que ha llegado a mis manos últimamente. Por cierto, a quien le guste, hay un verdadero tinte manga en algunos pasajes o en algún que otro personaje, como el liguecillo que se echa Kafka para materializar sus instintos sexuales. Y todo el libro es un círculo que se va cerrando hasta llegar a un clímax total, en el que todo tenía un sentido. Muy aconsejable, abismo.


4 comentarios:

fiorella dijo...

No se si llegarè a leer ese libro,quizàs,pero me encantò como contàs todo en este post,con mucho clima.Se ve que te gustò el libro.Un beso

Abismo Ínfimo dijo...

Son de esos libros que merecen un post especial. Ahora estoy disfrutando también con la novela que ha ganado el último Premio Planeta en España, "El Mundo", de Juan José Millás. Si lo merece, también le dedicaré unas frases. Besos desde el otro lado del charco.

Rocío dijo...

nakata me recordó a mi al entrañable paco rabal de "los santos inocentes"...me quedo más con ese personaje que casi con ninguno, aunque hoshino es un héroe de esos de día a día, de los de verdad. de los que no son vulgares aunque sus vidas lo sean.

muy bien explicada la trama, dejando sin explicar todo al detalle porque si no, pierde la gracia (lo de haber comentado quién es "cuervo" me parece ya un poco-demasiado y todo...)

a tu excelente recomendación sólo añadiría: hay que leer a murakami. hay que leerlo porque es uno de esos geniales escritores que enganchan, que no puedes dejar de leer, porque escriben de manera sencilla pero no simple. nada de adjetivos pomposos y frases re-hechas...no no no...accesible, como son la mayoría de los grandes genios.

como buen libro de cultura japonesa, hay sexo, el sexo y la violencia están muy presentes, es verdad. pero atención a cómo lo describe murakami (no me extraña que recomiendes leer el pasaje del "encuentro" entre saeki y el prota...)

en cuanto a lo de obra maestra....pufff..estoy de acuerdo en que sabe aguantar todos los hilos y atarlos en "clímax" final como dices tú..y eso es un arte porque es un enjambre de historias, pensamientos y emociones de muchos personajes principales...no creo que sea lo mejor de este hombre. "Tokio Blues" (Norwegian Wood en realidad..) es la primera que leí y fue la que me enganchó a su estilo. Recomiendo los relatos breves "The Elephant Vanishes" o "Depués del terremoto", también cuentitos...porque si este señor es un artista de la novela...del cuento es un genio.

Soy fan de este señor...así que seguiré leyéndole y yo a tí si sigues escribiendo cosas tan interesantes sobre él.

saludos madrileños

Abismo Ínfimo dijo...

Rocío, ole, pedazo de comentario en el que cuentas un montón de cosas, con las que estoy totalmente en sintonía. Conoces muy bien a Murakami y es un lujo oírte hablar de él. Completas el post con mucha calidad e incitas a leer más de este autor. La verdad es que llevaba unos días esperando tu comentario. Y lo has bordado. ¿Habías leído el libro ya o ha sido en estos días?. Muchos besos, madrileños también.