Supongamos que empezamos a hablar de las posibles claves para salvar el planeta. La encuesta que hemos formulado no nos dice nada, pues ha habido cuantiosas abstenciones, pero parece que vislumbra una necesaria predisposición a tomar medidas, a que todos formemos parte del cambio. La encuesta deja que desear, pues se me olvidó poner la opción "ninguna de las opciones" o "ns/nc", pero no era mi intención una buena redacción pues no es con encuestas como se debe salvar el planeta. Más bien con propuestas.
No debemos dejar de proponer, de sacar el tema, de considerar el problema, de concienciarnos, de colocarlo entre las primeras preocupaciones. Sólo así los lobbies se movilizarán; los políticos; el capital. Cuanto más hablemos de ello, más nos concienciaremos; más nos moveremos. Y no dar la batalla por perdida. ¿Quién sería tan rastrero de dar por perdida la guerra en la que la victoria supone que nos salvemos todos, incluidas las generaciones posteriores?. La historia nos pondría en un lugar muy despreciable; no mereceríamos respeto, más bien castigo en el descanso eterno que existe según quienes confiesan depositar sus esperanzas en él (todavía, s. XXI).
Planteemos una clave. En enero de 2008 comienzan las elecciones primarias en EEUU para la carrera presidencial. Tenemos una clave: el resultado final. ¿Quién será el futuro presidente de la primera economía del planeta, responsable sin duda del daño que se le pueda hacer de más a éste?. El país está dividido, como ocurre con España, pero es muy posible que retornen cambios en el poder y que éstos repercutan en el desenlace del drama. Si alguien que lea esto piensa que George Bush pueda hacer más por el planeta que Barack Obama, por favor que atisbe, que no se calle y añada algo, por favor. A lo peor Obama no hace nada, pero seguro que peor que Bush no lo hace, no me lo creo. Y es de Obama de quien me apetece hablar, empezando por una de tantas esperanzas que dejó entrever ayer, en una conferencia con los empleados de la todopoderosa Google: "El planeta está en peligro", dijo. Y añadió que eran necesarias medidas "URGENTES" para combatir el cambio climático. Obama hablaba de empezar YA a trabajar.
Y lo decía ante buena parte de la plantilla de una de las más poderosas empresas del planeta, cuyos máximos accionistas, Larry Page y Sergey Brin, acumulan un accionariado en la empresa por valor de más de 40 mil!! millones!! de $ y en la que más de mil empleados disponen de más de cinco millones cada uno. Capital más voluntad hacia un fin es igual a transformaciones. Que los políticos se planteen colgarse una medalla en el juicio que hagan nuestros nietos cuando abran un libro de historia, eso es lo que necesitamos. Que brinden su empeño los poseedores del capital que tanta fuerza de trabajo mueven. Que todos madruguemos con el fin de salvar la humanidad y que después comamos y no pasemos frío y seamos como tienen que ser las personas. Tal funcionamiento no excluiría ningún cambio sustancial en el sistema económico, aunque sí en la negación y en el sinsentido que suponen las tenencias de capitales tales como los mencionados, que harán simplemente que sus nietos sean más drogadictos de la mercadotecnia (léase, bobos). Si cuando mueran, dejarán de ser (filosofías ateístas aparte). Pero centrémonos y no nos dispersemos, abismo.
El tema, abismo, es que la política necesita del capital.
Y, de momento, sólo para apoyar las candidaturas presidenciales, los empleados de Google han donado 20 kilitos (de pesetas, pero entre todos), rascándose un poquillo entre la calderilla, pero más de la mitad de esa donación ha ido para Obama, más del doble que para Miss Clinton.
Por lo menos se observan las tendencias de una pequeña pero interesante muestra de lo que es el capital en EEUU, porque me creo que King Gates haría lo mismo. Así que ¡hala!, a idear proyectos, a ponerse de común acuerdo. Y nosotros, a darles ideas. De momento, Obama dice "Mi ambición es cambiar el mundo, como ha hecho Google", añadiendo que su deseo es que Internet penetre en Asia y en África. Vamos bien, Obama, porque si no excluimos a nadie en el planeta, seremos más y está bien eso de que un presidente norteamericano se preocupe por África, al margen de la esquizofrenia que habéis tenido en Somalia o por tantos otros intereses que habéis perseguido en el planeta. El mundo necesita un cambio, Obama, y me gusta cuando dijiste que tu país pasaba por una de las peores etapas de su oscurantismo, porque creemos en que vienes a cambiar el mundo, como dices. Si es así, sólo necesitamos que los tuyos te voten, que los norteamericanos se conciencien, que nos llevemos bien todos, que dejen de ser el país más odiado del planeta. Y eres tú, Obama, a quien se te achaca tu carencia de un currículum fuerte como estadista (7 años como legislador en Illinois, 1997-04, y otros 3 como senador, 2004 hasta hoy), pero contestas: "No parece que cuando Larry y Sergey iniciaron Google tuvieran experiencia", despertando un buen rollo entre los capitalistas que ayer te escuchaban en Google.
Comprendo, abismo, que si internet se abre a África, a Asia, a todos, podremos contar con más gente en nuestro blog para brindar ideas, concienciar, en definitiva, hacer algo por este planeta tan maravilloso donde los haya y en el que la gente nos cautiva. Me ilusiono, abismo... por pocos momentos, pero me ilusiono.
2 comentarios:
Dentro del triste panorama polìtico de EEUU,Obama indudablemente parece una mejor opciòn.De todas maneras es muy importante,como en muchos lados,con que apoyo cuenta en el congreso. Dudo mucho que este señor aparentemente muy bien intencionado,porque dudarlo?,pueda darle la espalda al verdadero poder detràs del poder que no es otra cosa que la Industria Militar con todos sus derivados,hoy por hoy es la que mueve su economìa.UN beso
Me alegra que atisbes, Fiorella. Tienes mucha razón, siento, pero... ¡por favor!, ¿para qué quieren tanto dinero o las armas si el planeta se muere por otros menesteres?. El negocio de las armas, ¡qué asco!. ¿Cuándo se darán cuenta de que el arma más incisivo y contundente es realmente la dialéctica?. ¿Y esas guerras del futuro que planteaban en las que no habría muertos, ni sangre, sino por ejemplo inmovilizados?. También pienso que ningún país se decanta por la guerra. Ni Irak, ni Irán, ni Pakistán, ni Corea, ni Rusia, ni China. A NADIE le gusta tener que llevar a su pueblo a una guerra. Tenemos que montar una VERDADERA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS, y hermanarnos y que convivan todas las culturas, religiones, idiosincrasias. El problema del terrorismo debiera resolverse con la negociación. La diplomacia es un arma poderosa. Todos debemos tener nuestra justa participación en el control del planeta. El hombre puede vivir en armonía. Y la armonía es posible. Lo que casi seguro creo es que estos cambios serán vividos por nuestras generaciones, a no ser que al final venza la hipocresía, la envidia y el odio de unos pocos. Me alegra que el debate esté tomando calor.
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